Independientemente del tipo, forma, tamaño y color de los peces artificiales, hay ciertas características que tienen en común. Una de ellas es la flotabilidad: señuelos suspendidos o señuelos hundidos.
Tipos según flotabilidad de los señuelos
Los primeros, los flotantes, son los que se mantienen en la superficie. Una vez allí, pueden trabajar sobre ella o, con ayuda de un babero, descender hasta aguas más profundas.
Los peces suspendidos, se podría decir que son de última generación. Su principal característica radica en que su cuerpo tiene una densidad similar a la del agua y un peso equilibrado que, al recoger -mediante el babero-, se sumerge y, si se para de recoger, se mantiene a esa profundidad, como su propio nombre indica, suspendido. Este momento de parada es especialmente querencioso para la pesca de depredadores, ya que, si nos ponemos a observar la naturaleza, se puede comprobar que ningún pez, de dimensiones medianamente reducidas, nada 20 o 30 metros de una forma continua, sin parar.
Algunos modelos de peces artificiales con esta característica son el Huskyjerk de Rápala, Fat Free Shad Suspen-ding de Excalibur, o el Deep Secret de Lurh Jensen. Estos modelos trabajan cada uno a distintas profundidades: aguas someras, medias y profundas, respectivamente, con lo que esta cualidad no influye en la profundidad de natación, pero sí en la colocación del señuelo a la profundidad en la que luego se ha de mantener.
Por el contrario, los peces hundidos, una vez que se han lanzado, comienzan a sumergirse, independientemente de que se recoja la línea o no. Esta cualidad se aprovecha para que los peces tomen más profundidad y, al contrarío que los flotantes, estén más tiempo en el lugar donde se encuentran algunos depredadores, a varios metros de profundidad. Esta característica hace que pescar con estos peces sea algo más arriesgado, sobre todo desde la orilla.
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Cuando un pez hundido va trabándose por el fondo, no se puede hacer lo mismo que con los flotantes: parar de recoger para que tome aguas más superficiales. Con los peces hundidos, a medida que avanzan en dirección a la orilla, los enganches se suceden, y lo único que podemos hacer para subsanar esto es levantar la caña para que suba, sin parar de recoger, o incluso aumentar esta velocidad de recogida.
Toma nota
Los peces son seres de sangre fría. Esto significa que su temperatura corporal depende directamente de la que haya en el medio, en este caso el agua. Por este motivo, los peces realizarán desplazamientos verticales para buscar la temperatura ideal donde se encuentran cómodos. Si se sabe a qué profundidad están los peces, una buena jornada de pesca está asegurada. Un dato que no hay que olvidar, es que en verano buscarán aguas más frías y, en invierno, buscarán, en la profundidad, las aguas más templadas.
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