Al igual que otros nombres de señuelos, la palabra popper es un término inglés onomatopéyico que hace referencia a su acción. Los poppers, cada vez que con la puntera de la caña se le imprime un pequeño toque, emite un «pop» característico. Este sonido atrae a depredadores como basses y lucios, y los hace salir de sus escondites, aunque se encuentren a varios metros de distancia.
El popper imita a un pez minitalla cazando, realizando ataques a los insectos o alevines que nadan por la superficie. Conviene observar cómo los peces de menor tamaño comen muy cerca de la superficie y, sobre todo, muy cerca de la orilla.
¿Cómo utilizarlos?
En ocasiones nos preocupamos de lanzar lo más lejos posible, en dirección al centro del pantano o del río. Esto es un error que cometemos todos. Debe de ser algo psicológico, que nos induce a pensar que las grandes piezas están ahí, en el centro de esa enorme masa de agua. La realidad, en muchas ocasiones, es muy distinta. Los tributarios y ríos vierten sus aguas a un pantano arrastrando gran cantidad de partículas, alimento para los peces más pequeños. Estos, a su vez, atraen a otros -que los depredan- y que sirven de alimento a los depredadores mayores. Otro motivo de que los peces se concentren en las orillas es la protección que les ofrecen las aguas con poca profundidad, donde, en una veintena de centímetros, un bass o lucio tendrán limitados los movimientos.
Por estas razones, en la mayoría de las ocasiones, los peces que buscamos se encuentran más orillados de lo que pensamos en un principio. Entonces, nuestros lances se han de dirigir hacia los lugares donde se encuentran los peces a los que imitamos: las orillas. Con el popper, los lances cercanos a árboles sumergidos, vegetación o cualquier otro obstáculo que resguarde a peces de menor tamaño que sirvan de alimento a los depredadores, serán los más apropiados.
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Características de los poppers
La principal característica de los poppers, su peculiar «pop», lo genera con una concavidad que tiene en la «cabeza». Dependiendo de la profundidad de esta oquedad -que moverá más o menos cantidad de agua-, la forma y el ángulo, creará sonidos diferentes, más o menos atractivos. En lugares con mucha presión de pesca, o días claros en los que el pez puede detectar fácilmente que nuestro popper es un engaño con todas las letras, será conveniente emplear un señuelo que cree un «pop» más ligero.
Por el contrario, si el día es oscuro o las aguas están tomadas, será mejor utilizar poppers con más sonido, que ayudarán a los depredadores a que los localicen. Si esta concavidad es perpendicular o cercana al ángulo recto respecto de la superficie, el «pop» será fuerte, porque desplaza gran cantidad de agua. A medida que este ángulo se va reduciendo, paralelo a la superficie, el sonido será más débil. Los primeros se utilizan para condiciones de baja visibilidad, o cuando los peces están muy activos. Si, en cambio, hay gran visibilidad o poca actividad, será mejor utilizar los segundos.
Frecuencias de sonido en los poppers
Algunos poppers, en su interior, tienen bolas que emiten frecuencias de sonido altamente atrayentes para los depredadores. Algunos pescadores piensan que no tiene ninguna utilidad, ya que el «pop» anula cualquier otro sonido al ser superior y de mayor intensidad. En realidad, estas bolitas tienen una doble función. La primera es que emiten el sonido en distinta frecuencia que el «pop», por lo que sigue siendo atrayente, y la segunda es que el popper se puede mover, sin necesidad de hacer continuamente su «pop» característico. Los peces, cuando cazan, no están continuamente atacando, sino que se desplazan, observan, nadan y, con estos suaves movimientos, son muy atractivos los sonidos que producen estas bolitas interiores. Además, el ataque rara vez se produce cuando el señuelo está haciendo «pop», sino justo en el momento en que el señuelo se ha parado.
La gran mayoría de los poppers tiene en la potera de atrás un mechón de cristal flash, pelo natural o plumas, cuya finalidad es la de imitar la cola del pez. Si, además, es de color rojo, simulando que está herido, hace que el predador lo considere como una presa fácil.
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