Existen diversos tipos de flipping jigs: los jigs propiamente dichos -anzuelo de cabeza plomada-y los flipping jigs… o como algunos pescadores les llaman: pelucas.
Los primeros son los utilizados para montaje con vinilos, como por ejemplo los clásicos «pikis». De los jigs que trata este artículo es de los destinados al flipping.
Reciben este nombre por el estilo para el que, en un principio, fueron diseñados, pero en la actualidad se pesca con ellos de muy diversas formas. Por regla general, este señuelo no es tan efectivo por sí sólo como si lo hace acompañado de un trailer. Necesita la incorporación de un vinilo o de una «tira de cerdo», para formar un «tándem» de primera. Algunos de los más empleados son los cangrejos de vinilo – diseñados para tal función – o las imitaciones de rana de «piel de cerdo». Con estos complementos, el jig arrastra hacia el fondo al vinilo que, junto con los flecos, constituye un cebo de gran movimiento y vistosidad.
Los pesos entre los que oscilan varían desde el octavo de onza, los más pequeños, a la onza, los mayores, aunque los más utilizados son los de cuarto, tres octavos o media onza -7, 10,6 y 14 gramos, respectivamente. A medida que sea de mayor peso el jig, también lo será el anzuelo que acompaña el montaje.
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Partes de un flipping jig
Un jig está compuesto por dos elementos, fundamentalmente: anzuelo con cabeza plomada y flecos o «peluca». La cabeza plomada puede tener diferentes formas, para evitar el enganche con el fondo. Aparte de este método «antienganches», llevan un sistema que asegura que no se trabe el jig. Consiste en fibras de plástico duro que tapan el pincho del anzuelo que, al morder al pez, deja al descubierto.
Esta cabeza tiene diferentes colores, de acuerdo con el color de la «peluca», que es la que marca el color en el señuelo. Para su elección hay que tener en cuenta que es mejor combinar los colores con el señuelo que haga el trailer con el jig. Cangrejo rojo, flecos rojos; rana verde, flecos verdes.
Estos flecos son de silicona y, al mover el j¡g, se abren y cierran ejecutando un movimiento con mucha vistosidad y naturalidad, que es, junto con la acción del vinilo o tira de cerdo, lo que provoca la picada.
Muchos de los modelos de jigs comercializados en la actualidad poseen rattles o, lo que es lo mismo, sonajeros que emiten vibraciones en diferentes frecuencias para atraer a los peces.
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